Obesidad infantil en España, había una vez...

En España, el 19% de los niños sufre obesidad, según el
estudio ALADINO

El cuento podría seguir ……que vivía en un país mediterráneo donde, tradicionalmente, se habían comido siempre muchas verduras, pescado, legumbres y fruta (la añorada dieta mediterránea). Un país donde los bocadillos del recreo y de la merienda habían sido sustituidos por la bollería industrial. Un país donde se habían cambiado los juegos en la calle, corriendo detrás de una pelota, por los deportes enlatados de los videojuegos, practicados desde el sofá de casa. Un país donde la variedad gustativa había sido monopolizada por el sabor dulce.

Mi hijo me preguntaba ayer asombrado si es verdad que en España hay más niños gordos que en Estados Unidos. Quería saber uno de cada cuántos niños sufren de obesidad o sobrepeso.... y ¿por qué?

Esa es precisamente  la pregunta del millón ¿quién ha permitido que el lobo feroz se coma la salud de nuestros hijos? Es difícil contestar a una cuestión tan compleja. La sociedad ha evolucionado hacia las prisas, el ahorro de tiempo, lo práctico, y por supuesto, el poder del dinero.

En el banquillo de los acusados...
-La industria alimentaria. Consciente o no, ha estado implicada, elaborando productos con grasas trans y azúcares. Algunas empresas han empezado ya a poner remedio y parece que tienen la voluntad de mejorar la fórmula de sus productos, eliminando grasas peligrosas, disminuyendo el azúcar y etiquetando correctamente. Pero falta mucho camino por recorrer.

-Los padres. Quien esté libre de pecado que lance la primera piedra. Tal vez yo no sea el mejor ejemplo de una madre responsable, porque también he pecado. Hubo una época en la que llegaba a casa estresada después de una larga jornada laboral, y algunas noches la hamburguesa de pollo y el plato de sopa eran la cena de mi hijo. Evidentemente él se lo comía encantado. Pero, ¿realmente le estaba alimentando correctamente?


-La falta de educación nutricional. La comida es comida, es lo que la mayoría de nosotros pensamos. Pero después de formarme sobre nutrición, me dí cuenta de que mi hijo comía mal. Como al niño no le gustaba ni el sabor del brocolí, ni el de las zanahorias, ni el de las judías verdes, ni el de la coliflor, ni el de la lechuga, ni por descontado, el del pescado.....Para no tener un berrinche cada vez que le ponía algo verde en el plato, y tener la vida fácil, iba por el camino rápido y práctico.


¿Quién puede ayudar?


- ¿La escuela?  Como institución educativa debería implicarse en enseñar hábitos saludables a los niños, porque hay que educarles desde pequeños de la importancia de llevar un estilo de vida sano. Informarles, formarles y que después sean ellos los que elijan. Una escuela donde los menús escolares sean equilibrados y variados..... (aunque de poco va a servir que en el comedor del colegio les den verduras a los niños cuando no las han visto antes en casa).


- ¿Los medios de comunicación? Haciendo una labor de divulgadores ayudando a mejorar los hábitos alimentarios de muchas familias que desconocen qué es una dieta equilibrada. Informando y formando a la opinión pública.


- La Administración, ¿tal vez?  Con programas educativos sobre nutrición dirigidos a profesionales sanitarios y a los ciudadanos, con leyes que regulen la industria alimentaria y que protejan al consumidor de productos excesivamente calóricos...


El debate está abierto pero, seguro que entre todos, podemos ayudar a que el cuento del niño obeso español, tenga un final feliz.