Prevenir el cáncer con la alimentación

Los expertos estiman que modificar la dieta podría prevenir el 30% de tumores malignos

Comer menos productos procesados, tomar más fruta y verdura o reducir el consumo de carnes rojas son algunas de las claves para conseguir una dieta preventiva contra el cáncer.

El cáncer es una enfermedad de los genes asociada a muchos factores de riesgo ambientales como el tabaco, la alimentación y el estilo de vida, que se produce por cambios o alteraciones en la estructura básica del ADN, provocando que las células se multipliquen sin control.

Modificar los hábitos alimentarios siguiendo una dieta variada y equilibrada ayudará a prevenir el cáncer. De hecho, los expertos estiman que con modificaciones en la ingesta de alimentos y nutrientes, el consumo de alcohol, el peso corporal y la actividad física se podrían prevenir entre el 29,3 % y el 40,6 % de los tumores malignos.

El 40% de los cánceres se pueden evitar, principalmente el cáncer de pulmón, de piel, de cérvix o cáncer colorrectal siguiendo hábitos saludables, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC)

Investigaciones científicas evidencian una relación estrecha entre el consumo de alimentos y el riesgo de cáncer. Uno de cada tres tumores está relacionado con una alimentación no saludable, el exceso de peso y la falta de ejercicio físico.

Pautas saludables para prevenir el cáncer

- Tomar una dieta rica en frutas y verduras porque contienen compuestos antioxidantes (vitaminas, antioxidantes y fitoquímicos) que protegen contra algunos tipos de cáncer (boca, laringe, faringe, esófago, estómago y pulmones). 

- Consumir alimentos con fibra (contenida en frutas, verduras y cereales) reduce el riesgo de cáncer de colon, según datos obtenidos por expertos del EPIC en 2003.

Esta reducción del riesgo de cáncer con el aumento del consumo de fibra no se demostró con el consumo de suplementos con fibra.

- Reducir el consumo de carnes rojas. Algunos estudios epidemiológicos muestran que un alto consumo de carne roja aumenta el riesgo de cáncer de colon, recto, páncreas, mama próstata y riñon.

La carne roja curada, conservada o procesada (embutidos) eleva las posibilidades de padecer cáncer de esófago, estómago y colon.

- Limitar la ingesta de grasas saturadas de origen animal ya que aumenta el riesgo de varios cánceres como el de mama, colon y recto, próstata, pulmón y endometrio. 

- Reducir el consumo de alcohol. El efecto del alcohol es directamente proporcional a la dosis de ingesta: por lo que a más consumo, más riesgo de cáncer. Existe una prueba de que el elevado consumo de alcohol está asociado a varios tumores digestivos (boca, faringe, laringe, esófago, hígado) y al de mama. También el cáncer colorrectal.

- Hacer ejercicio físico a diario y evitar la obesidad. En los últimos años se ha demostrado que el sobrepeso y la obesidad son también factores de riesgo frente varios tipos de cáncer (colon, mama, riñón y esófago).

- Limitar alimentos ahumados, en conservas y salazón.

- Tomar el sol con moderación.