12/7/11

Té verde ¿protege contra el cáncer?



Carmen Espinosa, periodista especializada en nutrición
El consumo de té verde en el mundo
aumenta cada año

Beber té verde cada año tiene más adeptos. El consumo de té verde en el mundo se ha incrementado en los últimos años. Y una de las razones es precisamente por ser considerado cada vez más un “producto saludable”, apunta la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“La investigación médica ofrece evidencias de que un consumo de té moderado protege de las enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de cáncer y de las enfermedades bacterianas”, se explica en la página web de la FAO.
Las cifras evidencian un incremento de bebedores de té verde. En 2005 se consumieron en el mundo casi 800.000 toneladas de té verde en comparación al millón de toneladas en el año 2008. Lo que significa un aumento casi del 28% en ese periodo, especialmente en China (45%) y Europa (27%).

Rico en polifenoles

El té es una bebida rica en compuestos fenólicos, muchos de ellos, polifenoles. Estas sustancias orgánicas son las responsables del color verdoso y ese característico sabor astringente del té.
Entre los compuestos de los polifenoles destacan las catequinas, especialmente las epigalocatequinas galato-3 o EGCG, con gran capacidad antioxidante.
Para algunos científicos existen evidencias para creer que el consumo de té verde podría ayudar a prevenir la formación de tumores cancerígenos o disminuir el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer como el de próstata, o el de pulmón, demostrado en un estudio reciente de la Universidad Médica Chung Shan de Taiwán.





Más estudios científicos

Pero otras voces como la de la Asociación Española contra el Cáncer (aecc) se muestran cautas a la hora de valorar estos resultados. “La ingesta de té verde nunca justificaría el acto de fumar que llena los pulmones con cerca de 80 compuestos cancerígenos”, explica Marisa García de Paredes, oncóloga de la asociación. “Lo mejor que un fumador puede hacer para reducir su riesgo de cáncer pulmonar y de más de una docena de otros tipos de cáncer es dejar de fumar”.
Parece que se necesitan más investigaciones que demuestren la acción de estos componentes sobre la salud. “El té verde contiene gran cantidad de antioxidantes, por lo que algunos investigadores han propuesto que puede ser beneficioso. Sin embargo, aún no se ha podido demostrar este beneficio en personas”, añade la especialista.
Además, la composición variable de catequinas del té verde hace difícil comprobar en estudios epidemiológicos su efecto protector frente al cáncer. Estas variaciones en su composición dependen de varios factores como el lugar de cultivo, la diversidad de las plantas utilizadas, la estación del año de recolección y el proceso de fabricación.

El té verde con más catequinas

Existe una gran variedad de té verde en el mundo. Como el vino, cada té toma el nombre del lugar donde crece, dándole al té un sabor y unas características únicas.
Algunos científicos aseguran que el té verde japonés contiene más catequinas que el té verde chino, como indican los doctores Richard Béliveau y Denis Gingras en el libro “Los alimentos contra el cáncer”.
El Sencha-Uchiyama es el té verde japonés con el nivel más alto de esta potente molécula anticancerosa, seguido del Sencha, el Gyokuro y el Matcha.
Respecto al té verde de origen chino, el Pilo Chung Emperor es el que contiene más sustancias anticancerosas. Después irían el Yunnan, el Yuzan y el Paimutan con la misma cantidad de catequinas, seguidos de Meng Ding, Lung Chin y finalmente, Dong Ding, Pou Chong y Tikuan Yin.
El té negro tiene menos polifenoles porque han sido destruidos durante su producción.
El té Oolong se encuentra a medio camino entre el té verde y el negro, y el té verde descafeinado conserva todos sus polifenoles.

Elaboración del té verde



El árbol del té, cuyo nombre científico es Camellia sinensis, es originario de China. El aroma y el sabor de este brebaje milenario lo convierten en la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua.
Para la elaboración del té verde, las hojas recogidas se secan casi inmediatamente, lo que permite que las enzimas de las hojas se inactiven parando el proceso natural de pardeamiento u oxidación enzimática después de la cosecha (es lo que se conoce popularmente como fermentación, propia del té negro).

Contraindicaciones

Pero hay que tener cuidado. Un abuso en el consumo de esta bebida medicinal puede provocar toxicidad en el hígado. No es recomendable para personas con hipertensión, insomnio, trastornos cardíacos, arritmias, insuficiencia coronaria y epilepsia. El té verde tampoco se debe tomar durante el embarazo ni durante la lactancia, y no se les debe administrar a los niños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario