2/5/11

Dieta para adelgazar: alimentación saludable y ejercicio

Para adelgazar no existen fórmulas mágicas ni milagros. El secreto es seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio físico cada día.


La piña, la dieta de la alcachofa, la dieta disociada, dieta Dukan … Todas y cada una de estas “dietas milagro”  no sólo representan una pérdida de tiempo, energía e ilusiones sino que además, a largo plazo, pueden perjudicar a nuestro organismo por la falta de nutrientes y dañar el metabolismo. Pueden incluso llegar a provocar enfermedades graves o la muerte prematura, según certifican los expertos en nutrición.
Para adelgazar no hay más secretos que comer lo que nuestro cuerpo necesita. Si se come en exceso o alimentos demasiado calóricos se almacenarán en forma de grasa. Lo ideal es seguir una dieta equilibrada y variada que incluya alimentos de todos los grupos alimenticios: grasas, proteínas, e hidratos de carbono, también fibra, vitaminas y minerales.


No saltarse las comidas

Someter a nuestro cuerpo a un régimen estricto durante unos días sin darle otro alimento durante horas que un poco de piña, o comer una o dos veces al día, controlar lo que se toma entre semana y comer en exceso el fin de semana, no hacer ayunos incontrolados no sólo es castigar el estómago sino también la mente (estrés, ansiedad, depresión). Además, de poco va a servir perder tres kilos en una semana si se recuperan cinco dos semanas después.



Muchas personas cometen el error de saltarse el desayuno, cuando es precisamente la comida más importante del día. Es necesario para llenar nuestro cuerpo de energía para empezar la jornada y sobre todo, esencial para los niños en edad escolar. De hecho “hay estudios que relacionan la omisión del desayuno con un peor control del peso corporal” apunta Susana del Pozo, directora de Análisis de la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
No se debe omitir ninguna ingesta de alimentos, porque justamente se conseguirá el efecto contrario. “No es recomendable realizar periodos de ayuno, ya que estos pueden activar en el organismo mecanismos encaminados a almacenar grasa”, advierte Susana del Pozo.


Repartir los alimentos a lo largo del día

Para perder peso hay que hacerlo de manera continuada y sana. Lo más recomendable es seguir una dieta hipocalórica (es decir, baja en calorías), aunque ¡cuidado!: ingerir menos de 1.500 kilocalorías diarias es peligroso.
“Es importante la distribución energética a lo largo del día cuando se desea hacer un control de peso corporal”, se aconseja desde la Fundación Española de la Nutrición. Para ello, es fundamental “realizar de cuatro a cinco comidas al día, distribuyendo el total calórico en: 25% desayuno, 30% comida, 15% merienda y 30% cena; o 20% en desayuno, 10-15% a media mañana, 25-30% comida, 10-15% merienda y 25% cena”, añade Del Pozo.


Dieta equilibrada y sabrosa

Tiene que ser una dieta equilibrada y agradable al paladar, que cubra la ingesta necesaria de nutrientes. Una dieta destinada a la pérdida de peso debe contener adecuadas proporciones diarias de macronutrientes (un 50% en hidratos de carbono procedente de verduras, hortalizas, fruta, legumbres y cereales; un 15 % en proteínas, un consumo de 20-30% de grasas y un 30-40% en fibra).
Un régimen nunca debe ser drástico (pasar hambre no es la solución), pues eso no sólo hace que lo abandonemos a la primera de cambio, sino que además nos perjudica por la falta de nutrientes.


Pérdida de peso gradual

La dieta debe permitir una pérdida de peso gradual y definitiva. Lo que nos ayudará a reducir los depósitos de grasa, limitar la carencia de proteínas y evitar que disminuya la tasa metabólica basal (calorías que quemamos en reposo) que se produce cuando nos adelgazamos rápidamente. Esta disminución es justamente la responsable de que recuperemos rápidamente los kilos que hemos perdido después de acabar el régimen.
Y lo más importante: los objetivos deben ser realistas, no se puede pretender perder 10 kilos en una semana.


Los nutricionistas recomiendan perder entre un 10% del peso en los primeros meses para que la dieta sea realmente efectiva. “La pérdida de peso no debe ser demasiado rápida, entre medio kilo a 1 kilo por semana”, se asesora desde la FEN. Eso sí, hay que ser constantes y seguirla sin prisas pero sin pausa.


Hacer más ejercicio

Y por supuesto, sin olvidar la práctica del ejercicio físico durante al menos media hora diaria. Para asegurar el gasto energético es imprescindible hacer ejercicio de forma habitual. Nos ayudará a quemar calorías y reducir la grasa acumulada en nuestro cuerpo. Están especialmente indicados los deportes aeróbicos como natación, ciclismo o andar a paso ligero media hora.
Y es que, como demostró el filósofo escocés David Hume hace más de 200 años, los milagros no existen, sólo existe el sentido común.

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